miércoles, 6 de septiembre de 2017

RELATO 15: EL FINAL - Debo, pero no puedo. (Final y Cierre ND, TF y RFP)

Muchas gracias a los seguidores, gracias por llegar hasta el final., pero como todo momento en la vida, siempre tiene que haber un final. Hay nuevo proyecto el cual denominé: "Historia que contar". Son relatos breves de gente. Pero sin mas que decir, les agradezco, y los dejo con este cierre de vida.

*sonrisas, riñas, caricias, lagrimas, besos, celos, confianza, ilusiones, un encuentro, un adiós, pero sobre todo AMOR, son palabras clave que conforman esta gran historia. *
Un año después… Te obtuve una vez más después de todo lo ocurrido y todo el tiempo transcurrido, no podía creer que estuviera sucediendo de nuevo; me pellizcaba, a alguien más le pedía que lo hiciera y, no, no era un sueño ni una alucinación de mi cabeza, era una grandiosa realidad. 

Mis ojos no se fiaban de lo que veían, mi piel permanecía tan cálido mientras te tenía tan cerca de mí y, ni hablar, la piel se me ponía de gallina en casi la mayoría del tiempo. Esa loción, con tu dulce esencia, adoraba que quedara impregnada en cada una de mis prendas, eran mi Dios. El hermoso fuego encendido en tus labios, cada que se juntaban con los míos, me llevaban a un mundo desconocido, pero muy agradable. En tu mirada se reflejaban de día y noche las estrellas, fuera primavera, verano, otoño o invierno; tan brillosos eran. Ni se diga más, mi corazón era un tren que iba a toda máquina sobre el imponente carril pasando por grandes montañas y faustosos paisajes. Mi cuerpo se ponía tembloroso al saber que estaba a punto de verte, me sonrojaba, no sabía que hacer cada que te veía, me ponía nervioso…

Era fantástico, algo que jamás en la vida había llegado a sentir, simplemente es único este sentimiento. Lo lindo es que siempre permaneció en mí aquella pasión por ti en todos los sentidos.

No veía venir que volviéramos a estar juntos, pero si me imaginaba regresar algún día contigo e ir juntos en un mismo camino. Mis esperanzas estaban rotas después de todo el tiempo que había pasado, pensé que otra persona era quien domaba ese bello corazón, pero no, te lo hicieron trizas antes de que yo llegase. Yo solo espero haber reparado tu corazón, aunque sé que al final del camino quizás lo hice pedazos.

Mientras los dos íbamos sobre la misma ruta, ocurrieron cosas maravillosas, tenía una gran compañera, una gran amiga, una gran novia, una gran confidente, verdaderamente eres todo para mí. 

Recuerdo nuestra primera salida juntos, yo me sentía mal en aquella ocasión, te preocupaste tanto por mi (siempre lo estuviste), hiciste todo lo posible por que estuviera bien, me fui mejorando. En ese lugar cayó la noche cuyas palabras mías podían tomar un maravilloso sentido y revuelo, te abracé y, temblando te dije al oído:
– Quiero agradecerte a ti y a Dios por haber reaparecido en mi camino, de verdad muchas gracias, estoy tan feliz que estés conmigo, soy tan afortunado de tener a una chica como tú, es un sueño hecho realidad, te amo como no tienes idea, siempre lo he hecho y de verdad discúlpame por el pasado que tuvimos tiempo atrás. Sabes, yo… – Comencé a llorar – he apostado ante Dios todas mis fichas por ti, sé que tú eres la mujer indicada, el amor de mi vida; estoy seguro de ello, yo no te dejare ir jamás por nada en el mundo, Él lo sabe y no me dejara mentir de esto que siento.

-yo no soy tan buena con las palabras – contesto ella – pero te agradezco por llegar a mi vida, por hacerme feliz.... – esa noche fue mágica en el buen sentido, estaba tan contento, como mencione anteriormente, era algo singular en mí vida.


*Somos dos personas con diferentes ideologías*
Pasaban los meses, las cosas iban tan fantásticas, estuviste conmigo en mis peores momentos, en mis frustraciones, nuestros sueños se iban entrelazando, creamos planes e ilusiones. Era perfecto, pero como en toda relación, un día llego una discusión, nuevamente caímos en otra y así sucesivamente...

Por mi mal acostumbramiento, nunca había tenido algo así con una persona, nunca pensé que algo similar sucediera, yo tenía un mundo en mi cabeza donde todo era color rosa, me era imposible resolver este tipo de situaciones, sentía una gran desesperación, no sabía qué hacer en esas cuestiones, y mi mejor táctica (inconscientemente) era poner peor las cosas y aún más eso me pesaba. Yo, no lo sé, por mí misma desesperación sentía que todo era mi culpa, siempre recurría a decirte que no merecías estar conmigo, que merecías algo mejor que yo, que yo no era digno de tenerte. En unas cuantas ocasiones quise terminar la relación, pero siempre una voz en mi cabeza que me hacía sentir fuerte y me decía “No te rindas, sé fuerte y afronta esto, el amor lo puede superar”. 

La gran mayoría de los días eran felices, quizás una vez al mes o cada dos, era una discusión. Hasta que un día, se llegó a un punto donde esto se nos fue escapando de las manos, y se convirtió en algo frecuente, por desgracia, cada dos semanas o semanas seguidas.

Hasta que un día ya no se pudo continuar, el engranaje se averió y explotó en miles de pedazos. A causa de mis celos paso lo último, mi maldita frustración hizo decir algo que no era cierto. Eso hizo que regresaras el collar donde mantenía nuestra unión y una promesa que teníamos, te marchaste, tire la cadena al piso, fui tras de ti, te perdí perdón, ambos lloramos – nos estamos lastimando – fueron tus palabras.

Seguí insistiendo, no podía dejarte ir, no lo podía permitir una vez más, yo no quería, sujete tu mano, te mantenía conmigo aun, pero la soltaste y te fuiste, yo quede rendido en el piso. No lo podía creer, lloré, golpeé con todas mis fuerzas el piso, mis nudillos sangraron y me quedé tirado por unos instantes. Me levanto, te veo, voy yendo a perseguirte de nuevo, te pedí perdón otra vez, pero no, tú estabas muy decidida. Te miro – te deseo lo mejor- me marche entre llantos. Regrese al lugar de los hechos y tome la cadena del piso, lo pongo entre mis manos y mi llanto aumentó, la cadena tenía tu esencia, eso aumento mí dolor, me llegó un problema respiratorio y fue tratado en ese momento.

Todo el día fue estar fuera de casa, en la calle llorando a cada rato ocultándome de la gente. Mi apetito disminuyó, tuve un síntoma de regresión de mi infancia. No quería saber de nadie, solamente quería que ella viniera a mí. Amigos invitándome a salir, no quería nada. Salía, pasaba por lugares donde estuve con ella y de nuevo soltaba el llanto. Miraba a todos lados ya que pensaba que la podría ver. 

Veía a personas a espaldas o a lo lejos y juraba que era ella pero que estaba con otra persona. Mejor prefería no salir a ningún lado, mejor estar encerrado en un rincón oscuro que se convirtió en mi casa una vez más. No sabía qué hacer, le mandaba mensajes diciéndole que volviera, pero no.

*No puedo*Hasta que un día se llegaron a unos acuerdos finalmente y se puede decir que “llego la tranquilidad”. Aunque aún sigo rogando a la luna que ella vuelva cada noche que pasa, simplemente es amor de verdad.

Debo alejarme de verdad esta vez, pero por más que lo intento no puedo. Todos los días es de pensarla, es de soñar, y parece ser que estoy bien, pero en cualquier instante vuelvo a llorar y a ofenderme a mí mismo, como cuando la perdí por primera vez, no me lo puedo perdonar una vez más. 

Dejarla ir… ¡debo, pero no puedo! No puedo caminar una vez más sobre el mismo desierto cuyos días son sofocantes y las noches frías, necesito sus abrazos. Partir en el barco de los sueños, no es lo mismo sin ella a bordo, saco la brújula y a donde apunta es a ella. Nunca debí irme y alejarme la primera vez a pesar de mi error, y esta vez no será así, ella me necesitó y sé que me necesitará una vez más como aquella vez.

Te amo. Me amas. Sé que quieres que te deje ir, pero no puedo bella señorita, que me ha concedido varias piezas al son de tantos compases. Yo sé que a final de cuentas no querías a otra persona. ¿Qué nos pasó?, la culpa, yo la tengo, yo hice que cada pelea fuera más frecuente, mi error fue insistir y tratar de apresurar muchas cosas en todos los sentidos.

*Una parte de mi ha muerto*
Esos besos, están destinados entre nosotros y en cada carta que te redacte, se narra el porqué. Y por hoy, amor mío, te vuelvo a mencionar que eres la dueña de mi corazón, tenía una gran dicha al tenerte enfrente y observar tu bella sonrisa y tu mirada angelical, no podía creer que estuvieras conmigo. Aunque… aún sigo preguntándome ¿Cómo anduviste con alguien como yo?

Debo marcharme, eso debo, pero no puedo, mi amor seguirá de pie, pareciese obsesión, tal vez puede ser, pero, ¿Quién no se ha enamorado de verdad en alguna ocasión de la vida?

Simplemente espero que vuelvas y me disculpes, ojalá nunca me olvides. Mientras tanto, yo, estaré contigo en mis sueños, lugar donde puedo estar contigo sin preocupación alguna, donde las ilusiones permanecen y sigue habiendo amor. Quizás estés tratando de olvidarme, has dado tantos pasos mientras yo estoy estancado, pero sé que en el fondo de tu corazón también existe una voz que te dice “sin importar el que, juntos lo pueden todo”. 

- “Tal vez en muchas ocasiones la cabeza manda al corazón y es tan traicionera, pero nada queda más cerca que decir la verdad. ¡NUNCA CALLES!” (En Búsqueda de la Salida del Desierto parte 2)


No hay comentarios:

Publicar un comentario